Hay cantos insertos en el doblez de tu nombre.
Hay gritos de amor y silencios de ventana.
Hay cápsulas irónicas
de fuego y tempestad en tu rodilla.
Hay amores escondidos en tu encono de ángeles.
Tu imagen, tu voz y tu imagen,
tus manos rencorosas de afecto
y de distancia,
tu silencio,
disfrazáronse de polvo y metafísica
obligándome a callar entristecido.
¿Cómo evitar ya tu impronta
si crepita ante mis labios
el sabor de tus labios?
¿Cómo eliminar la serpentina
entre tu suelo y el mío?
En breve el amor será más breve
y ¡ay! los días lanzarán silenciosos
sus cápsulas de aborto
y senectud.
¿Me recordarás?
¿Lograré olvidar el barro de tus botas?
¿Volveremos a vivir aquel crudísimo episodio
del reloj que se absorvía en nuestras yemas?
Hoy miré tu voz sumergiéndose en mi frente
y la soga que nos ata se estira en tu costado
en respuesta del tirón que sentí
del otro extremo.
Un comentario en “retorno de los cauces metafísicos”
Todo lo que viene mas alla de la naturaleza, mas alla de la magia. siempre es bello. Un abrazozz
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