Febril y testarudo
es el llanto del silencio
yesta casa que me habita
no es querencia ni
es constante.
El terruño siempre altivo coge
el grito y lo estremece.
Lo siembra.
Lo ve crecer y madurar.
Lo abandona.
Hoy, gallina paridora de vacíos, tráele
al hueco la desesperanza toda,
la tranquila comunión oscurecida,
yanídala en la boca de este grito
palpitante, humanoide, consecuente.
Descanso.
Es tiempo de lecturas.
Las monedas del porcino
se escaparon sin cantares,
se obligaron a decir adiós a cuentagotas
desde otras ubigeos
yacia otra alcantarilla.
El gato,
el tristísimo y ladino
gato negro
viste hoy de canas fabulosas,
sometido a la crucificción de sus razones.
¡Qué tristeza de la causa
la razón facsimilar de la tristeza!
Yel agua
(la notablemente seca),
hierve hoy a 20 grados
dubitantes,
urgidísimos de hervir
y de servir a su reclamo
cotidiano y convexo.
Lástima.
Absorto de huesos
cae al cielo el cuerpo
lánguido y callado
yel alma
alístase a correr
una respuesta,
un vacío.
Un comentario en “la casa”
Pensé que habia un error pero ya me di cuenta q es parte del estilo q le estas dando a los poemas... bueno poema, esta bonito, tus letras son convincentes.
Zona de Crítica