*Dedicado a los caídos en Bagua a manos del fascismo aprista.
Se apagarán las noches
y cantarán los vientos
en el lloroso quejar
de sus murmuros
y volverá a nacer la
madrugada
con la distante presencia de
sus pasos.
Se callarán las voces
todas
y volverán quizá
con el olvido,
y a lo mejor,
y de repente,
florecerán las nuevas lanzas
para enterrar el cielo
con el grito
que reclama sus
retornos
porque hoy están
muy lejos,
ay, muy lejos.